La cantante Adele ha vuelto a dar de qué hablar. Si en 2008 dejó con la boca abierta a medio mundo con su voz luego de una inolvidable actuación en Saturday Night Live, en Estados Unidos, ahora lo ha hecho por su cambió de apariencia. Un cambio que lleva forjando desde 2013. Fue en una portada de Vogue USA cuando se dejó ver por primera vez desde que cambió su estilo de vida. Adele se volvió vegetariana y dejó de fumar.
Ahora, dos años después, la cantante británica reconoció haber bajado 68 kilos desde entonces. La intérprete asegura que dejó las gaseosas, la carne, los dulces y los alimentos procesados. “Comencé a sentirme cada vez mejor, tanto física como anímicamente”, declaró. Y confesó que para lograr su cambio de imagen se sometió a una dieta vegetariana. Únicamente ingiriendo verduras, hidratos de carbono, frutas, almendras, lácteos, legumbres y batidos.
Además, reveló que dejó de fumar y dejó el sedentarismo. Su pareja Simon Konecki también realizó la misma dieta lo que la estimuló aún más: “Perdimos peso juntos y eso fue beneficioso. Transitar ese camino con alguien lo hizo más fácil”, confesó. Para complementar el plan, Adele se sometió a un riguroso plan de pilates y un tratamiento hipnótico para calmar la ansiedad cuando suprimió el cigarrillo. “Nunca he querido parecerme a las modelos de las portadas de las revistas. Represento a la mayoría de las mujeres y estoy muy orgullosa de ello. Si decidí cambiar mi cuerpo fue estrictamente por cuestiones de salud”, explica Adele.
Fuente:Agencias