Scarlett Johansson aparece en Twitter con dos cuentas (suma 90.000 seguidores), pero ninguna es suya. La actriz, que tampoco tiene cuenta en Facebook, cree que es un fenómeno extraño que la gente quiera contar todo lo que hace.
(Monse Mateo).-Tú decides estar o no en Twitter, Facebook, LinkedIn o disponer de WhatsApp. Pero si optas por no tener vida virtual tendrás que desarrollar otras habilidades que te hagan visible en el mundo real.
La omnipresencia de las redes sociales no ha podido con la excentricidad y la vanidad de algunos profesionales que han decidido no estar. Un director general de televisión y algunos de los máximos responsables de las empresas del Ibex 35 no están en Twitter, Facebook, ni siquiera en LinkedIn; algunos hasta renuncian a tener WhatsApp. Y es algo que no va con el cargo. Profesionales de cualquier nivel también han optado por seguir en los canales más tradicionales.
Reputación o marca
En estas condiciones, ¿es posible la supervivencia laboral? Antes que nada conviene apuntar que no todos los trabajos requieren el uso de estas herramientas tecnológicas, en cuyo caso, mantenerse al margen entra dentro de la normalidad -no tanto desde una perspectiva social-. Sin embargo, existen otros oficios en los que parece inconcebible no utilizar estos dispositivos, menos aún si quieres cambiar de empleo o dar un vuelco a tu carrera… ¿o no? Algunos expertos creen que si alguien no tiene la ambición de destacar o la necesidad de aprender de otros, no pasa nada si no socializa en las redes.
Para Juan F. San Andrés, consultor de dirección, estar o no estar es más una cuestión generacional: "Entre los nativos digitales, si no tienes presencia en la redes estás muerto. Sin embargo, si eres un tipo con cierta reputación profesional y la gente te conoce por ello, probablemente puedes prescindir hasta del WhatsApp. Lo que considero un error, al margen de una experiencia laboral más o menos dilatada, es no estar en LinkedIn". (+Expansion.com)