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El diario Expansión publica los puntos clave de lo que pueda pasar a partir de ahora en el Reino Unido.

La nueva primera ministra quiere una economía más proteccionista y cortar la inmigración.

La Reina Isabel II nombrará hoy a Theresa May como primera ministra de Reino Unido, en sustitución de David Cameron. Tras seis años como ministra de Interior, no son muy conocidas las ideas de May en ámbitos distintos a los de ese departamento. Pero en sus intervenciones y en las opiniones de colegas se pueden encontrar pistas sobre la actitud que tomará cuando entre en Downing Street en diez cuestiones clave.

Proceso de salida de la Unión Europea
En el referéndum del 23 de junio, Theresa May defendió la permanencia en la UE, pero sin apenas participar en la campaña. Ahora, dice que va a llevar a cabo la ruptura con Bruselas, aunque no prevé activar el proceso de salida de la UE hasta 2017. Pese al retraso, "Brexit significa Brexit", dice.

Dureza en la negociación
El diputado conservador Kenneth Clarke aseguró la semana pasada que May "es una mujer muy difícil de tratar". Suele esconder sus cartas y no se deja convencer. En respuesta a esas palabras, la nueva primera ministra dijo que el próximo en conocer su duro carácter será Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea.

Inmigración
Como ministra de Interior, May no ocultó su frustración por la imposibilidad de frenar la inmigración europea, a la que achaca el empeoramiento en el nivel de vida de una parte de los británicos al bajar los salarios. Su deseo de poner barreras a los trabajadores de la UE dificultará un acuerdo para que los productos británicos tengan acceso al mercado único tras el Brexit.

Economía
Perder relaciones comerciales con la UE puede ser un sacrificio que acepte la nueva jefa de Gobierno británico porque su visión económica es más proteccionista que la de otros miembros del Partido Conservador. Entre otras medidas, quiere intervenir en las empresas para limitar los sueldos de los ejecutivos e imponer la entrada de trabajadores en los consejos de administración.

El peso del Estado
Quienes esperen otra Margaret Thatcher se verán decepcionados. Frente al liberalismo que defendía la primera ministra entre 1979 y 1990, Theresa May responde que "no hay que creer sólo en mercados ni en el individualismo, sino también en comunidades y en la sociedad. No odiamos al Estado ni el papel que solo el Estado puede jugar". (Agencias)