Sus Majestades los Reyes presidieron en el Palacio Real de Madrid la tradicional celebración de la Pascua Militar, que está profundamente enraizada en la vida castrense española.
En su intervención, Su Majestad el Rey destacó que "quienes en cualquier lugar atacan nuestros derechos y libertades se deben encontrar con una reacción valiente y decidida de unidad y firmeza en la defensa de nuestro modelo de convivencia. Una defensa basada en nuestra fe en los irrenunciables valores democráticos que abrazamos convencidos y con la determinación y el coraje por defenderlos. Porque garantizar la libertad y los derechos de los ciudadanos es una exigencia y una responsabilidad de nuestro Estado de Derecho".
También, Su Majestad el Rey, agradeció a todos los militares el distintivo de los Capitanes Generales "Un símbolo que acepto como un gran honor y con la alta responsabilidad que representa". Asimismo, Don Felipe señaló la intensidad de los acontecimientos militares ocurridos durante el año 2015 y el reconocimiento de la sociedad ante la decidida vocación de servicio a España que "…agradece profundamente vuestro ejemplo y entrega a los intereses generales". El Rey recordó su visita al Líbano donde comprobó "…la eficacia y la profesionalidad que los Ejércitos, los Cuerpos Comunes y la Guardia Civil ponen de manifiesto en el cumplimiento de sus misiones. Estas cualidades y ese compromiso os hacen merecedores de la admiración y el reconocimiento de los Ejércitos con los que colaboráis y de todas aquellas personas beneficiadas por vuestra magnífica labor", quiso, además, señalar la alta preparación de las Fuerzas Armadas en su colaboración con la OTAN en los diferentes ejercicios llevados a cabo.
El Rey nombró con especial relevancia la labor de la Unidad Militar de Emergencias – UME, que desarrolla un trabajo específico ante situaciones derivadas por causas naturales "Estos días hemos visto un ejemplo claro de ello en su contribución para luchar contra la ola de incendios que ha azotado muchas localidades del norte de nuestro país". Finalmente, Don Felipe se dirigió a las familias "…quiero dedicar un recuerdo muy cariñoso a todos los hombres y mujeres, civiles y militares que, en este momento, lejos de sus familias y hogares, defienden los intereses de España más allá de nuestras fronteras. Con su labor están dando un ejemplo extraordinario de patriotismo, de solidaridad y de compromiso con la paz y la seguridad de personas que les necesitan".

La celebración de la Pascua Militar está profundamente enraizada en la vida castrense española. Su origen se remonta al reinado de Carlos III, cuando, el 6 de enero de 1782, se recuperó la localidad menorquina de Mahón, que se hallaba en poder de los ingleses. Como expresión de júbilo, Carlos III ordenó a los virreyes, capitanes generales, gobernadores y comandantes militares que, en la fiesta de la Epifanía, reuniesen a las guarniciones y notificasen en su nombre a jefes y oficiales de los ejércitos su felicitación.
A su llegada a la Plaza de la Armería del Palacio Real de Madrid, Sus Majestades los Reyes fueron recibidos por el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy; el ministro de Defensa en funciones, Pedro Morenés Eulate; el ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz; el jefe de Estado Mayor de la Defensa, almirante general Fernando García Sánchez, y el jefe del Cuarto Militar de la Casa de Su Majestad el Rey, vicealmirante Juan Ruiz Casas.
Tras los honores de ordenanza, la interpretación del Himno Nacional y una salva de 21 cañonazos, Don Felipe pasó revista a la formación de la Guardia Real. A su término, Sus Majestades los Reyes abandonaron la Plaza de la Armería para dirigirse a la Saleta de Gasparini, donde recibieron el saludo de las Comisiones del Órgano Central de la Defensa y el Estado Mayor de la Defensa, las Reales y Militares Órdenes de San Fernando y San Hermenegildo, el Ejército de Tierra, la Armada, el Ejército del Aire, la Guardia Civil y la Real Hermandad de Veteranos.
Una vez finalizados los saludos, Don Felipe y Doña Letizia, las autoridades asistentes y los miembros de las comisiones accedieron al Salón del Trono y ocuparon sus lugares. La ceremonia comenzó con la imposición de condecoraciones por parte de Su Majestad el Rey a distintos miembros de las Comisiones Militares. A continuación, el jefe de Estado Mayor de la Defensa hizo entrega a Don Felipe de una Bengala de Capitán General, insignia a modo de cetro o bastón que ha sido históricamente el distintivo de mando supremo en los ejércitos.
Tuvo lugar seguidamente las intervenciones del ministro de Defensa en funciones y de Su Majestad el Rey. Un encuentro de Don Felipe y Doña Letizia con las autoridades asistentes y los miembros de las Comisiones Militares en el Salón de Columnas puso fin al acto.
Prensa / Casa Real