Esta caída es bueno para los consumidores, que ganan en poder adquisitivo.
El hundimiento de los precios del petróleo es preocupante, el barril de Brent está en mínimos de cinco años y por debajo de los 65 dólares, algo impensable antes del verano. La falta de acuerdo entre los países de la OPEP para reducir la producción y la debilidad de la demanda son los detonantes de esta bomba de relojería.
Ayer mismo, la propia OPEP difundió sus previsiones de demanda para 2015, un documento que metió mucho miedo a los inversores pues pronostica los niveles más deprimidos en doce años. Esto tare (menor rentabilidad de las petroleras y caídas en bolsa) los analistas de Lombard Odier se peguntan si estamos ante una buena o mala noticia.
Históricamente, el descenso del crudo ha sido algo positivo, pero no todos los periodos de caída han provocado un proceso de aceleración económica. De hecho, advierten estos expertos, "la bajada de la demanda es preocupante". No obstante, lo que tenemos hoy es una caída de precios provocada sobre todo por el incremento de la oferta, y en la medida en que esto es así, "este descenso es positivo para los consumidores".
Estados Unidos, "podría pensarse que unos precios más bajos no van a beneficiar al país", pues produce y exporta mucha más energía que en el pasado.
Estados Unidos sigue siendo "un importador neto de energía". Por eso mismo, en Lombard Odier calculan que una reducción del petróleo de 115 a 70 dólares supone un ahorro anual para el país del 0,4% de su PIB. (Finanzas.com)
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