Solicitar un pasaporte nuevo tiene un costo de 26 euros, lejos de los 86 que pagan los franceses o los 59 de los alemanes.

En Estados Unidos se sorprenden cuando uno acude a sacar el pasaporte a un bebé. Sólo es una práctica común entre familias extranjeras, pues entre los nativos, según explican en los registros, no es habitual la expedición de este documento hasta que es realmente necesario. Y eso si llega a serlo algún día, pues más dos tercios de la población carecen de pasaporte. Es algo que puede sorprender en España, donde desde la Policía aseguran que muchos padres no dudan a la hora de pedir este documento para los recién nacidos, pese a que tiene una caducidad de sólo dos años. "Es que a muchos les hace ilusión", apuntan.

Entre las causas que explican este fenómeno, los norteamericanos explican su gusto por moverse dentro de sus vastas fronteras. Pero también hay quienes citan un motivo quizá menos evidente: el altísimo coste de sacarse un pasaporte en EEUU, donde el precio medio es uno de los más elevados del mundo: asciende a 116 euros, más que cuadriplicando la tasa española, de 26 euros.

Es lo que concluye el último estudio de GoEuro tras analizar 51 países. Un informe que concluye que España es el séptimo país más barato del planeta en este capítulo, puesto que comparte con Tailandia. En base al salario mínimo, el coste equivale a 5 horas de trabajo, lejísimos de las 19 horas de sueldo que necesita un norteamericano para tener su cotizado librillo. (+Expansion.com)