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El atleta español consigue el primer metal de España en atletismo en 12 años

"Quiero agradecer a España…"
Ortega, de origen cubano nacionalizado español voló sobre la pista de vallas a sus 25  años, debutó en estos Juegos Olímpicos de Rio por España . Unos meses después de desertar de Cuba, tras el Mundial 2013 celebrado en Moscú, el atleta se instaló en España. En julio de 2015, el Gobierno le concedió la nacionalidad por carta de naturaleza, pero la norma de la IAAF, que establece una plazo de tres años para que el atleta compita con su nuevo país, le habían impedido representar hasta ahora a España. El visto bueno para participar en los Juegos lo recibió solo unos días antes del comienzo.

(El Confidencial).- El atleta terminó la carrera, se enfundó en una bandera de España, dio unos pasos y rompió a llorar. Era un hombre feliz y, sobre todo, y como no dudó decir, un hombre agradecido. "Muchas gracias por esta oportunidad, quiero agradecer a España la confianza que ha puesto en mí", comentó en cuanto encontró delante el micrófono de TVE. Aún lloraba, la voz estaba entrecordada, pero no quería dejar pasar la oportunidad para recordar a los suyos. Es algo normal en todos los atletas, casi obvio, pero su historia personal hace de eso algo un poco más complicado. "Quiero agradecer a mi familia, a mi familia en Cuba, a mi madre que vive en Estados Unidos, a mi padre y entrenador. Yo dije que iba a darlo todo en la final y creo que el objetivo está cumplido", declaró. Efectivamente, estaba cumplido.
Y después, con la plata ya conseguida, prometió más en el futuro. "Estoy seguro de que van a venir más éxitos para España. Han sido tres años sumamente difíciles, solo quienes han creído en mí saben lo que he sufrido. Estoy muy contento. Orlando no tiene límites, yo no me pongo límites, van a venir más éxitos, se explayó antes de confesar que en semifinales había tenido "mucho miedo", pero que en la final, cuando se reparte el metal, solo había salido a divertirse.
La medalla de Ortega es la mejor noticia hasta el momento del atletismo español, que se llevó una decepción con la marcha. Miguel Ángel López, campeón del mundo en los 20 km, solo pudo acabar undécimo. A España aún le queda una buena opción en Ruth Beitia, que debuta el jueves en el salto de altura. Además, la medalla de Ortega vale para quitarse un peso de encima, pues el contador de tiempo sin medalla para el atletismo español se remontaba a Atenas 2004 y empezaba a ser una ausencia dolorosa. Orlando Ortega ha servido para calmar esa ansia.