Roberto Gómez Bolaños, uno de los artistas más populares de América Latina, falleció este viernes a los 85 años

Roberto Gómez Bolaños, era actor, escritor, cómico, director y dramaturgo mexicano. El Chavo del Ocho en millones de hogares de América Latina; el Chaves para otros tantos de brasileños; el Chómpiras, un ladrón noble; el Chapulín Colorado un héroe “más ágil que una tortuga, más fuerte que un ratón, más noble que una lechuga, su escudo es un corazón”. Chespirito.
Roberto Gómez Bolaños nació en la Ciudad de México el 21 de febrero de 1929, el mismo año en que el astrónomo Hubble descubrió que el universo se encuentra en continua expansión y que los primeros lobos de Wall Street perpetraron su primer crack y hundieron al mundo en la Gran Depresión.
Pero en los tiempos en que Gómez Bolaños quiso aventurarse en los escenarios, el asunto no era sencillo. Primero quiso subirse a un ring (hizo de boxeador amateur y tras unas cuantas trompadas decidió que aquello no era lo suyo), cumplió el servicio militar muy a su pesar y debió sacarse un título de ingeniero por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Que nunca ejerció, por cierto. Finalmente terminó de creativo publicitario en una agencia y de guionista de películas, muchas de ellas de Viruta y Capulina, un popular dueto de cómicos de los años cincuenta.
Desde hace varios meses El chavo del ocho ya no se levantaba de la cama, aquejado de diversos problemas de salud, entre ellos respiratorios.
Cuando sus problemas de salud se agudizaron, Chespirito fijó su residencia en Cancún, donde solía frecuentar lugares públicos y compartir con la gente.
Gómez Bolaños fue una figura muy popular en América Latina por sus series de televisión «El chavo del ocho» y «El Chapulín colorado», hasta el punto de que se convirtió en uno de los mexicanos con más seguidores en Twitter,con 6,6 millones.
El comediante manejaba su cuenta en la red social, que durante los últimos meses se convirtió en el único contacto con su público. (Agencias)