Los Reyes, al igual que don Juan Carlos y doña Sofía, han prescindido en sus reinados de toda parafernalia. Siempre se ha dicho que no había corte, rompiendo con una tradición de sus antepasados. Ni damas ni caballeros. Ni siquiera continuaron viviendo en el Palacio Real de Madrid (el último monarca español en hacerlo fue Alfonso XIII). Pero, como es natural, el histórico estamento de la nobleza de nuestro país se ha mantenido, eso sí, adaptándose a los nuevos tiempos. Y en este punto y en la vocación de servicio a España ha incidido hoy el Rey Felipe en su primer encuentro con ellos en El Pardo.

La Diputación de la Grandeza fue creada en 1815, en tiempos del rey Fernando VII, como órgano rector de una Corporación institucional formada solamente por los Grandes de España.

A este acto conmemorativo ha asistido casi el pleno de sus miembros, y es que, aunque pueda parecer lo contrario, no es tan habitual que los Monarcas les reciban. El Rey Juan Carlos lo hizo por primera vez durante su reinado en 1991. A pocos días de cumplirse su primer aniversario en el Trono, Felipe VI aún no ha concedido ningún nuevo título. Y, extraordinariamente, ha revocado uno: el de duquesa de Palma a su hermana la infanta Cristina. Una decisión que, por cierto, parece que ha sido mayoritariamente aplaudida por los aristócratas, puesto que los títulos nobiliarios deben estar unidos a la ejemplaridad.

Bien es cierto que Felipe y Letizia ya han tenido algún contacto con los nobles. En concreto, el pasado diciembre, cuando recibieron en audiencia a los 15 miembros del órgano de gobierno de la Diputación, cuyo decano es Alfonso Martínez de Irujo, duque de Híjar e hijo de la duquesa de Alba.

En este acto del bicentenario en El Pardo, al que solo estaban invitados los titulares, no sus consortes, los Reyes han saludado uno a uno a los nobles. Como dato curioso, estaban presentes cinco de los seis hijos de la duquesa de Alba (además de Alfonso, también se ha visto al nuevo duque Carlos, a Fernando, Cayetano y Eugenia Martínez de Irujo. Solo ha faltado Jacobo, conde de Siruela).

También suponía el estreno en sociedad como nueva duquesa de Suárez de Alejandra Romero Suárez, nieta del fallecido ex presidente Adolfo Suárez y heredera del título otorgado en su momento por el Rey Juan Carlos, quien, a sus 25 años, a buen seguro que era la noble más joven entre los invitados.

Tras el besamanos, el Rey les ha dirigido unas palabras: “En la España constitucional, sabéis bien que vuestros nombres no comportan más que un gran honor, un honor que implica responsabilidad y conlleva unas obligaciones para con vuestros antepasados, con vosotros mismos y con España”, ha dicho.

Después ha tenido lugar una recepción y un aperitivo, donde Felipe y Letizia han podido charlar con la nobleza española y ponerse al día.

Fuente: Agencias.