
La economía alemana siguió enfriándose durante el año pasado. Según los datos preliminares publicado por la Oficina Federal de Estadística (Destatis), el PIB registró un avance del 0,6%, su menor crecimiento desde 2013. Los expertos hacen referencia a los efectos negativos de la guerra comercial entre EEUU y China, del Brexit y la delicada salud de la industria del automóvil. (Agencias)