'Disfrazado' como si fuera un simple cargador USB para teléfonos inteligentes, tabletas y otros dispositivos portátiles, este pequeño gadget esconde otras funciones capaces de hundir una empresa en cuestión de minutos. Cuenta en su interior con una serie de chips de conectividad diseñados para interceptar comunicaciones inalámbricas, incluidas las de los teclados sin cable que se usan frecuentemente en la oficina.
Aunque parece un cargador normal de teléfono inteligente, en realidad espía todas las comunicaciones inalámbricas a su alcance.

                                                                                                   Foto / Protocol

Este dispositivo, cuenta con una conexión hembra de USB estándar en la que se puede enchufar el típico cable USB estándar a mini USB ó micro USB,  en su interior oculta el hardware encargado de interceptar conexiones inalámbricas.
Lo que es capaz de hacer, exactamente, es interceptar las comunicaciones entre teclados inalámbricos y los ordenadores a los que están vinculados. De esta forma actúa parecido a un 'keylogger', registrando absolutamente todas las teclas que se pulsan para robar contraseñas e información confidencial.
La alerta vino por parte del FBI y después de haber registrado casos en los que este tipo de falsos cargadores de teléfonos inteligentes ya habían sido utilizados anteriormente. El mayor problema es que se distribuyen en diferentes comercios online y pasan los controles sin problema porque, como adelantábamos, cumplen con las mismas funciones que un cargador de teléfono inteligente estándar. (Tecnología /Cinco Días)