Foto /Agencias DSC

Se exige con insistencia la dimisión de la socialista Dilma Rouseff. La inflación alcanza ya el 10,7%, y el PIB se contrae un 3,7%.
Las compañías con intereses en Brasil no obtendrán un buen resultado en Brasil y los inversores ya conocen el alcance de la mayor recesión de la historia de Brasil, una caída del 3,7% del PIB, con una inflación que podría superar el 10%, más del doble de lo pronosticado por el Gobierno de Dilma Rousseff.
El Banco Central de Brasil ha anunciado una mayor recesión en el país, al pasar del 3,62% al 3,7%, según la encuesta realizada a un centenar de expertos de instituciones financieras privadas. Esta sería la peor lectura en el último cuarto de siglo, tras la recesión del 4,35% de 1990, de la que salió dos años después.
Bancos, telecos, eléctricas, constructoras e inmobiliarias son las más afectadas por esta caída, ya que reciben el dinero en reales brasileños, y con la devaluación de la moneda, son duramente castigadas. Las exigencias para que dimita y que otro Gobierno tome las riendas de la economía se multiplican, pero la presidenta de Brasil se aferra al sillón como un clavo ardiendo.
Según los cálculos de los expertos, la inflación se dispara al 10,7%, mientras que el Gobierno de Dilma Rousseff mantiene el inmovimilismo ante el descontrol de la economía. La cifra duplica el objetivo para 2015, en el 4,5% y se dispara respecto a los máximos históricos, en el 6%.
Para 2016, este consenso de mercado apunta que la recesión continuará y la economía brasileña caerá otro 2,8%, dos décimas más que hace solo una semana. (+ Negocios.com)