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En un caso que reavivó el tema del aborto, el Tribunal Superior de Irlanda dio autorización este viernes de desconectar la máquina de soporte vital de una mujer embarazada que se mantiene con muerte cerebral desde hace tres semanas.
Sus padres querían que se le permitiera morir, pero los médicos pidieron que el tribunal decidiera si desconectar los aparatos mientras el feto seguía teniendo pulso rompería las leyes de aborto del país.
Una enmienda a la Constitución de Irlanda, aprobada en la década de los 80, le otorga los mismos derechos a la vida de la madre y el feto
La mujer tiene 18 semanas de embarazo y la información médica presentada ante el tribunal señaló que el feto tenía muy pocas esperanzas de sobrevivir. (BBC Mundo)