(Foto / Casa Real)
“No hay más camino que la unidad”
Su Majestad el Rey se dirigió al Plenario del Parlamento Europeo reunido en sesión solemne. Con anterioridad, Don Felipe mantuvo un encuentro con el presidente, Martin Schulz.
Don Felipe aceptó la invitación que le formuló el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, durante su visita a las instituciones europeas el pasado 15 de abril, para intervenir en sesión solemne ante el Plenario de la institución.
Su Majestad el Rey comenzó sus palabras a los "legítimos representantes de los ciudadanos europeos" como "español que también se siente profundamente europeo", "asumiendo la herencia histórica que nos precede y convencido de que nuestro futuro está en la continuación de nuestro gran proyecto común de la Unión Europea". "Para los hombres y mujeres de mi generación, Europa ha estado siempre presente en nuestro desarrollo intelectual y vital. Esa presencia, esa cercanía, ha dado lugar a afectos, a esperanzas e ilusiones; ha generado un sentimiento de pertenencia al proyecto europeo cuyo propio ser convive de forma constructiva y natural con nuestra identidad como nacionales de los Estados Miembros de la Unión", añadió.
Puso de relieve Don Felipe que "los logros políticos, económicos y sociales, así como la extraordinaria proyección de España en los últimos decenios y en todos los campos, no podrían entenderse sin la voluntad democrática y de progreso del pueblo español y sin nuestro firme compromiso con la integración europea". "La España democrática de las últimas décadas se ha basado sólidamente en una firme y sincera voluntad de entendimiento de los españoles; una voluntad generosa y fraternal. Y se ha sustentado en nuestra Constitución, que es el gran pacto que defiende, preserva y ampara los derechos y libertades de los ciudadanos, protege a los pueblos de España en el ejercicio de sus diversas culturas y tradiciones, lenguas e instituciones, y consagra la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político como valores esenciales de nuestra convivencia", manifestó.
El Rey reconoció que "en esta trayectoria, larga y positiva, no cabe ocultar que los últimos años no han sido fáciles para España ni para otros muchos países de Europa. Aún sufrimos tasas muy altas de desempleo, uno de los principales problemas para nuestra economía y para nuestra sociedad. Son muchos los sacrificios que han tenido que hacer los españoles para volver a la senda del crecimiento económico y la creación de empleo. Pero debemos entender y valorar que, para lograr todo ello, para la superación de la crisis, ha sido decisiva la contribución de las instituciones europeas".
"El proyecto europeo, que comenzó hace ya más de 60 años, crea efectivamente un espacio de paz, prosperidad, libertad, justicia y solidaridad, del que debemos sentirnos legítimamente orgullosos. Sin embargo, lo hecho hasta ahora no puede llevarnos a la complacencia o al conformismo. Nada está ganado para siempre. Y no podemos perder la visión de futuro, ni permitir estancarnos o retroceder ante las dificultades o desafíos, que son grandes y que requieren, por ello, de un nuevo impulso político", puso de relieve Don Felipe.
El Rey afirmó que "las consecuencias de la crisis económica y financiera sobre nuestras sociedades y los desafíos sociales y políticos que ha generado deben hacernos reflexionar y conducirnos a una acción decidida y eficaz que permita reforzar el proyecto europeo; un proyecto insustituible y vital para todos" y abogó por "el fortalecimiento de la legitimidad democrática del proyecto comunitario es un elemento y una necesidad fundamental. Ha llegado el momento de evolucionar en Europa hacia una verdadera comunidad política reforzada".
"Pero a todos ─Estados miembros e instituciones comunitarias─, compete la tarea de reforzar el buen gobierno de la Unión, respetando la independencia y la separación de poderes, velando por la transparencia y la rendición de cuentas y acercando, en definitiva, al ciudadano a la toma de decisiones. La identificación de unos nuevos objetivos nos lleva necesariamente a subrayar la importancia de los principios y valores que son el fundamento mismo de Europa: La libertad, la igualdad, la solidaridad, la dignidad de los hombres y mujeres, el pluralismo y la defensa de los derechos humanos son los fundamentos que nos definen como europeos. Debemos preservar y hacer efectivos esos valores porque de ello depende nuestra identidad, y porque son nuestras convicciones más profundas. Esos valores se encuentran hoy cuestionados y amenazados. La lucha contra esta amenaza es un imperativo irrenunciable para los pueblos que creemos en la democracia, en la libertad", afirmó Don Felipe.
Asimismo, el Rey subrayó la necesidad de "lanzar una señal clara e inequívoca de que los problemas sociales se encuentran en el centro del proceso de integración y de que nuestra tarea, en este ámbito, debe ser ayudar a todos los Estados miembros y a sus ciudadanos a desarrollar su potencial de crecimiento y empleo, mejorando la cohesión social y corrigiendo las desigualdades, en línea con los objetivos propuestos. Sin duda, la dimensión social de la Unión enlaza directamente con la Europa de los ciudadanos y dota de humanidad, de sensibilidad con los que más lo necesitan, a todo el proceso de integración comunitaria".
Don Felipe se refirió también a las relaciones exteriores de la Unión Europea, afirmando que "debe configurarse como un actor global, desde la fortaleza que le aporta su cohesión interna y la unidad de acción. Cabe resaltar así el compromiso de Europa con la paz y la seguridad, con la erradicación de la pobreza y la lucha contra el terrorismo, con la protección de los derechos humanos, o con el respeto a los principios fundamentales del Derecho Internacional".
"Si bien son muchos los desafíos a los que nos enfrentamos, no puedo dejar de referirme más explícitamente al drama que hoy está teniendo lugar en nuestras fronteras. Estamos sobrecogidos ante el desgarrador sufrimiento de aquéllos que vienen a Europa huyendo de la violencia y el fanatismo. Son cientos de miles los refugiados que persiguen un proyecto de esperanza, que ven en la Unión un territorio de paz, prosperidad y justicia. No podemos defraudarles", reclamó el Rey. "Debemos responder desde la generosidad, la solidaridad y la responsabilidad, con un enfoque global e integral que, contribuya a abordar las causas del éxodo de estas personas forzadas a abandonar sus países de origen. Estoy plenamente convencido de que lo lograremos; como también lo estoy, de que la única forma de llevarlo a cabo con éxito es hacerlo entre todos", agregó.
Don Felipe concluyó recordando sus palabras ante el Parlamento de España el día de su Proclamación, el 19 de junio de 2014, cuando declaró que había llegado la hora de “una Monarquía renovada para un tiempo nuevo”. "Hoy afirmo ante esta Cámara que representa a los ciudadanos europeos, que todos tenemos el apasionante reto de construir también una Europa renovada para un tiempo nuevo en un mundo distinto. No hay alternativa a una Europa unida. Tengamos confianza en Europa. Tengamos confianza en nosotros mismos, los europeos", proclamó el Rey.
Su Majestad el Rey fue recibido a su llegada a la sede del Parlamento Europeo por el presidente de la institución, Martin Schulz. Tras la interpretación de los himnos español y europeo, Don Felipe firmó en el libro de honor y mantuvo una reunión con el presidente Schulz, en compañía de las respectivas delegaciones. Una vez finalizado este encuentro, Don Felipe se dirigió al Plenario del Parlamento Europeo y ocupó su lugar en la zona principal a la derecha de la presidencia. Tras las palabras de bienvenida del presidente Schulz, tuvo lugar la intervención de Su Majestad el Rey.
Posteriormente, Don Felipe tuvo oportunidad de reunirse brevemente con el Presidente de la República Francesa, François Hollande, y la canciller de la República Federal de Alemania, Angela Merkel, con ocasión de su intervención en el Parlamento Europeo acerca de las prioridades de la Unión Europea.
Esta es la segunda visita que Don Felipe realiza al Parlamento Europeo desde su proclamación en junio de 2014, tras la que tuvo lugar el pasado 15 de abril en Bruselas. Como Príncipe de Asturias visitó también el Parlamento Europeo en febrero de 1999, en el marco de una visita de estudios a las instituciones europeas. Su Majestad el Rey Don Juan Carlos intervino en sesión plenaria en 1986, meses después de la adhesión de España a la Comunidad Europea y, posteriormente, en 1998.
(Casa Real)