EE.UU un paso adelante para contener a China
Para el presidente demócrata Barack Obama, son dos las iniciativas centrales del tramo final de su mandato, que termina en enero de 2017. La primera es el acuerdo sobre el programa nuclear de Irán, concluido el verano pasado en Viena. La segunda es la Asociación Transpacífica (TPP, en sus iniciales en inglés), el mayor tratado de libre comercio en décadas. Cerrado el pasado lunes, tras cinco años de negociaciones, el tratado está pendiente de la ratificación en los 12 países firmantes.
A diferencia del acuerdo con Irán, que topó con la oposición del Partido Republicano, es el Partido Demócrata, y sus aliados en los sindicatos estadounidenses, el que encabeza el frente contrario al TPP. Más diferencias: el acuerdo de Viena intenta evitar que Irán se haga con la bomba atómica a cambio de levantar las sanciones internacionales que pesan sobre del país persa. Es un acuerdo geopolítico. El TPP, en cambio, es un tratado para reducir las barreras al comercio y la inversión.
El primero modifica los equilibrios de poderes en Oriente Próximo. El segundo, en la región de Asia-Pacífico, iniciativas fuertemente cuestionadas en Estados Unidos.
Obama ve el TPP en términos geopolíticos. Lo han suscrito, además de EE UU, Canadá, México, Perú, Chile, Australia, Nueva Zelanda, Japón, Vietnam, Malasia, Singapur y Brunei. Los asesores del presidente creen que el éxito del acuerdo es una cuestión de “seguridad nacional”.
Fuente: (El País)