(Por: Bloomberg)
La economía estadounidense se expandió al ritmo más lento en tres años, debido a que las débiles ventas de automóviles y la reducción en las cuentas de la calefacción moderaron el gasto de los consumidores, compensando una recuperación de la inversión liderada por la vivienda y la perforación petrolera.
El producto interno bruto, el valor de todos los bienes y servicios producidos, subió a una tasa anualizada de 0,7 por ciento después de avanzar 2,1 por ciento en el trimestre anterior, según datos del Departamento de Comercio el viernes en Washington. El pronóstico mediano de los economistas encuestados por Bloomberg era de un alza del 1 por ciento. El gasto del consumidor, la mayor parte de la economía, subió un 0,3 por ciento, el peor desempeño desde 2009.
La desaceleración del PIB se debe en parte a fuerzas transitorias como el clima cálido y la volatilidad de las existencias, lo que respalda las previsiones de una recuperación, ya que la confianza entre las empresas y los consumidores y un sólido mercado laboral apuntalan el crecimiento. Aun así, la debilidad en las concesionarias de automóviles también podría afectar la expansión y una mayor inversión de las empresas podría depender del grado de apoyo de las políticas, como recortes de impuestos.