Foto / La fuente de la diosa Cibeles en Madrid
Después de más de siete años cerrado e ignorado por los inversores, el Edificio España ha pasado en la última semana de ser uno de los mayores iconos de la crisis financiera a convertirse en símbolo de las expectativas que la recuperación del país está generando entre los inversores internacionales.
China no hacía una apuesta tan fuerte en una operación sindicada del Tesoro desde febrero de 2012.
Los inversores chinos vuelven a sentirse cómodos con la deuda pública española. El Tesoro cerró con éxito este martes una emisión de títulos a cinco años ligados a la inflación por importe de 5.000 millones de euros y un cupón inicial del 0,55%.
De este volumen, el 11,3% fue a parar a manos de inversores asiáticos, según comunicó el Ministerio de Economía, un porcentaje elevado en relación a operaciones anteriores. Fuentes financieras aseguran a EXPANSIÓN que «había dos órdenes pequeñas de Singapur y Corea y otra de 500 millones procedente de China».
El Banco Central de China utiliza dos fondos soberanos para gestionar sus reservas en divisa extranjera: el China Investment Corporation, que suele realizar inversiones directas en compañías, incluyendo infraestructuras y activos inmobiliarios; Y el State Administration Foreign Exchange (Safe), que sí tiene una parte importante de su cartera, en torno al 34%, en deuda. Entre los dos, gestionan más de un billón de dólares sobre unas reservas totales de 3,4 billones, según datos de Sovereign Wealth Fund Institute.
En febrero de 2012, SAFE realizó una apuesta incluso más fuerte por la deuda española. El Tesoro colocó entonces 4.000 millones de euros mediante una emisión sindicada de bonos a un plazo de diez años. El inversor chino se quedó con el 25% de la operación.
Sin embargo, la gravedad de la crisis de la deuda, que llevó la prima de riesgo a su máximo histórico a mediados de 2012 (638 puntos básicos), y que se tradujo en fuertes rebajas de calificación, provocó que estos inversores, muy conservadores, paralizaran sus compras.
Íñigo Fernández de Mesa, cuando todavía era secretario general del Tesoro, reconoció en una entrevista a EXPANSIÓN el pasado 21 de julio que «ya en 2014 hemos visto el aumento de la compra de deuda por parte de nuevos inversores en los plazos más cortos, principalmente bancos centrales y asiáticos».
En este momento, España cuenta con BBB+, según Fitch Ratings, con lo que ha mejorado mucho, pero, además, estos inversores cuentan con sus propios modelos de calificación. (Expansion.com / Agencias)