
(EE.UU.) (EFE).- Charlize Theron llega este jueves a los 50 años reafirmando que el talento, la autenticidad y la convicción siguen siendo su mejor papel, tras haberse consolidado como una de las grandes actrices de Hollywood y una voz crítica frente a los estereotipos que aún persisten en la industria.

Foto / Agencias DCO
Lejos de acomodarse en los márgenes tradicionales que Hollywood suele asignar a las actrices con el paso del tiempo, Theron ha desafiado las reglas desde dentro liderando producciones de alto presupuesto, interpretando a mujeres complejas en el cine de acción y apostando por historias que dan espacio a lo incómodo, lo vulnerable y lo real.
La tragedia familiar que marcó a Charlize Theron
Nacida en Benoni, Sudáfrica, en 1975, Theron creció en una granja a las afueras de Johannesburgo, junto a su madre Gerda y su padre Charles, en el seno de una familia marcada por la violencia doméstica y el alcoholismo paterno.
En 1991, cuando la actriz tenía 15 años, su madre disparó y mató a su padre en un acto de defensa propia, luego de que este llegara a la casa en estado de ebriedad y amenazara con matarlas a ambas. La justicia sudafricana no presentó cargos contra Gerda, al considerar que actuó para protegerse a sí misma y a su hija.
l episodio marcó profundamente su vida, y con el tiempo, Theron ha hablado públicamente de lo ocurrido con la intención de dar visibilidad a la violencia doméstica y transmitir que quienes la sufren no están solos.
En esa misma década, la actriz sería catapultada a la fama. Aunque la intención de Theron era convertirse en una bailarina profesional, y antes de ser actriz trabajó como modelo, llegó a Los Ángeles en 1994 para adentrarse en la industria con 300 dólares en su haber.
Un año más tarde consiguió un papel sin diálogos en «Los chicos del maíz 3: La cosecha urbana» (Children of the Corn III: Urban Harvest), y poco después obtuvo su primer rol con mayor presencia en «Dos días en el valle» (2 Days in the Valley), donde se le reconoció principalmente por su belleza. Sin embargo, no fue hasta 1997 que dio el gran salto a la fama con «Pactar con el diablo» (The Devil’s Advocate), en la que compartió pantalla con Keanu Reeves y Al Pacino.