Por: Jimena Sosa
Argentina vivió un  acontecimiento histórico que se hizo eco a nivel mundial.  Por primera vez fue llevado a cabo un paro de mujeres convocado a raíz del femicidio de Lucia Pérez, abriendo paso a una nueva consciencia contra el patriarcado a la vez que reclama justicia por el asesinato. 
Mujeres de distintas ciudades del mundo se sumaron la protesta contra la violencia machista.
La movilización trascendió las fronteras: en Chile, México, Uruguay, Bolivia, España entre otras. La expectativa de esta multitud estuvo enfocada en la conciencia de la sociedad y en el reclamo a las autoridades gubernamentales, qué paradójicamente se pronunciaron eliminado la unidad fiscal contra la violencia de género.

Cabe destacar como dato a nivel mundial,  que anteceden cinco huelgas de mujeres a lo largo de la historia que significaron importantes avances en la lucha del movimiento del género femenino reclamando por sus derechos.  En 1909: el levantamiento de las 20 mil en New York. 1912: la huelga de “Pan y Rosas” (N Y) 1968: las 187 luchadoras de Dagenham, 1975: el “Día libre de las mujeres” de Islandia, 2016: paro de mujeres por el derecho al aborto en Polonia. Dichos hechos significaron importantes avances en la lucha del movimiento del género femenino reclamando por sus derechos. 

Además del paro en sus actividades laborales, también fue convocada una manifestación en "Plaza de Mayo".
La lluvia incesante no impidió que la multitud expresase su descontento frente a este hecho que frunció el corazón del país entero.
"El miércoles negro" representó un día de luto para miles de mujeres y hombres que adhieren al deseo de coexistir en paz.


El reclamo de la movilización refiere a un asunto de emergencia social que manifiesta ser atendido con inmediatez, para generar el cambio necesario para evolucionar como conjunto social y poner fin a estas atrocidades que reflejan los vestigios de una sociedad aún enferma. Que se visibilicen soluciones para esta grave problemática de índole social es una necesidad imperiosa que se hace presente en muchas ciudades del mundo.  Los carteles incluían leyendas que resaltaban la importancia de promover y exigir que el sistema legal ampare y proteja. Pancartas de miles de manifestantes- mujeres, madres, adolescentes, abuelas, niñas levantando un mismo emblema "Vivas nos queremos" y "Ni una menos".

La joven Lucía tenía 16 años, su familia y amigos ya no la verán sonreír.  Ella representa una víctima más entre tantas que débenos intentar entre todos que este acontecimiento NO se vuelva a repetir. 

La movilización que fue llevada a cabo este pasado miércoles, también fue un llamado a la conciencia general de la población para erradicar del pensamiento colectivo ideologías machistas y misóginas que resuenan como patrones conocidos en diversos aspectos de nuestra vida cotidiana y en algunas ocasiones sin distinción de género. 
Si bien la causa principal de la marcha sostenía el pedido de justicia por el femicidio de Lucía Pérez,  también exigió al estado  que haga efectivas las políticas públicas necesarias en materia de violencia de género en todos sus aspectos y se castigue y se penalice con todas sus consecuencias que esta violencia pueda generar.
Ayer, miles de mujeres confirmaron un poder que hace pocos días ya se había visibilizado en el Encuentro Nacional de Mujeres, en Rosario. Dejando ver que el feminismo ha dejado de ser una cuestión marginal.

La movilización también despertó un llamado a la consciencia general para generar mayores espacios propicios ya sea desde el ámbito educativo o familiar para sembrar en los niños semillas más amorosas y conscientes para qué las futuras generaciones dignifiquen, respeten la vida y los derechos humanos por sobre todas las cosas. 
Lucia Pérez y tantas más…el dolor que padecieron ya no es suyo sino de todos. Que se haga justicia.  Que evolucionemos cada uno y como sociedad. Por todos los que convivimos juntos en este andar en el planeta tierra…y deseamos vivir en paz y por siempre.