En el continuo de los problemas, Twitter ha alcanzado la fase 3. La primera, como es natural, es la negación.

(Financial Times).- Pese a estancarse el crecimiento de los usuarios durante 2015 y la mayor parte de 2016, Twitter sostuvo que el progreso estaba a la vuelta de la esquina y que sólo era una cuestión de paciencia e inversión. Cuando eso falló, optó por un proceso de venta que tampoco llegó a buen puerto. Los resultados del tercer trimestre comunicados el jueves muestran su progresión al siguiente nivel: los trapicheos, esta vez con la perspectiva de obtener beneficios reales.
Por primera vez desde el fracaso de su subasta, el fundador y líder de Twitter, Jack Dorsey, aseguró que la compañía no sólo aspiraba a ser rentable en 2017 sino a generar beneficios de acuerdo con los Principios de Contabilidad Generalmente Aceptados (GAAP). No suelen ser habituales en los grupos tecnológicos exitosos, y para conseguirlos, sacrificará casi un 10% de su plantilla. No obstante, la compañía tuvo la precaución de señalar que sus gastos generales eran razonables.
Esto no implica que vaya a escatimar en I+D o en ingenieros. En su lugar, se recortaría el presupuesto para marketing del 31% de las ventas a poco más del 20%, reduciendo y reorganizando el personal de ventas. Las pérdidas contables de Twitter en 2016 son casi 300 millones de dólares inferiores a los 431 millones de los tres primeros trimestres de 2015.