El IPC de la zona euro ha subido hasta el 5% en diciembre, según Eurostat, la escalada de los precios no cesa, es una cifra más alta de toda la serie histórica, que comenzó en 1997. 

Detrás de este aumento está el encarecimiento de la electricidad y la tasa en España escaló al 6,7%

La escalada de los precios no cesa. El IPC de la zona euro ha subido hasta el 5% en diciembre, según Eurostat. Es la cifra más alta de toda la serie histórica, que comenzó en 1997.

Detrás de este aumento está el mismo actor del último año: la energía. En diciembre de 2021 los precios de la electricidad e hidrocarburos subieron un 26% en tasa interanual, un nivel muy por encima de otros productos básicos, aunque supone un descenso respecto a noviembre, cuando se situó en el 27,5%. También la alimentación se ha posicionado entre los bienes que más tiran al alza de los precios: ha registrado un repunte interanual del 4,6%; el mes previo la tasa fue del 1,9%, lo que la convierte en el sector con más avance intermensual.

Estonia (12%), Lituania (10,7%) y Letonia (7,7%) han protagonizado las mayores subidas en la inflación, aunque España les ha seguido de cerca, con un crecimiento del 6,7% en tasa anual. Es la cifra más alta en casi tres décadas e implica un diferencial de precios desfavorable respecto de la zona euro de 1,7 puntos porcentuales. Esto supone un gran riesgo nacional, pues resta competitividad al país y pone en riesgo el poder adquisitivo de los hogares. Así lo explica Antonio Pedraza, presidente de la Comisión Financiera del Consejo General de Economistas, quien está más sorprendido por la brecha de precios entre España y Europa que por el dato dado a conocer este viernes por Eurostat.

Tanto los analistas como los principales supervisores mantienen que el espiral inflacionista será transitorio. Philip Lane, economista jefe del Banco Central Europeo (BCE), ha dicho que los precios forman parte de un ciclo pandémico, por lo que no debe compararse con “las normas históricas”.

El principal temor es que la tensión se mantenga más tiempo del esperado y el alza del IPC termine contagiándose cada vez a más bienes y sobre todo, a los salarios. Es lo que los economistas denominan “efectos de segunda ronda” y, para María Jesús Fernández, economista de Funcas, son “la clave” de lo que ocurra en el futuro. La experta advierte de que la inflación subyacente, salarios y precios industriales son los tres componentes que podrían forzar una retirada prematura de los estímulos económicos por parte del BCE. Para España esto sería un problema pues se harían más duros los criterios para acceder al crédito, que es lo que está financiando la recuperación económica tras la pandemia.

En Alemania, acostumbrados a pocos movimientos en los precios, el salto ha sido monumental. Su tasa promedio de inflación en 2021 se ha situado en el 3,1%, el nivel más alto desde 1993, según informó el jueves la Oficina Federal de Estadística (Destatis) con base en datos provisionales. Sin considerar los precios de la energía, la tasa de inflación promedio se hubiera situado en el 2,1%.

Por su parte, el instituto de estudios económicos IFO de Múnich pronostica para este año un índice de inflación promedio del 3,3%, y prevé que la normalización solo se empezará a sentir en 2023. Ante este escenario, el presidente de la Confederación Alemana de Comercio Mayorista y Comercio Exterior (BGA) le ha exigido al BCE que modifique ya su política de bajos intereses.

 Sin embargo, la presidenta de la entidad, Christine Lagarde, ha dicho de manera reiterada que no quiere retirar los estímulos monetarios de forma prematura a fin de no entorpecer la recuperación y porque está convencida de que la elevada inflación remitirá. (Agencias / Varias)