Guerra de divisas: ¿Qué busca EEUU acusando a China de manipulación?

El Departamento del Tesoro de EEUU ha calificado a China como país "manipulador de divisas", lo que no sucedía desde 1994, y ha amenazado con tomar represalias para acabar con sus "injustas" ventajas competitivas. Además, Washington ha recurrido al FMI para ver si el yaun está alineado con sus fundamentos económicos. ¿Qué consecuencias puede tener esta decisión?
La designación de China como "manipulador de divisas" por parte de EEUU, más simbólica que efectiva, extiende y aviva aún más llamas de la guerra comercial, a la vez que aleja la posibilidad de un acuerdo entre las dos potencias económicas.
"La economía china se está desmoronando. Ya no es la potencia que era hace 20 años", afirmó Larry Kudlow, asesor económico principal del presidente estadounidense, Donald Trump, en declaraciones a los periodistas en la Casa Blanca.
La disputa comercial entre Pekín y Washington, con la aplicación recíproca de aranceles por valor de miles de millones de dólares, se ha intensificó así un peldaño más y entró en el complejo ámbito de las divisas.
Con esta designación, Washington se permite contactar con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para examinar la supuesta intervención de Pekín en el mercado de divisas, aunque el organismo internacional en su información anual de tipos de cambio hace unos meses consideró al yuan alineado con los fundamentos económicos.
"Creo que el FMI será mucho más analítico y objetivo en la evaluación de lo que ha sido el politizado Tesoro de EEUU", dijo Stephen Roach, economista de la Universidad de Yale en declaraciones a la cadena CNBC.

El anuncio del Tesoro, como casi siempre en la Administración Trump, fue precedido por un tuit del presidente.
"China dejó caer el precio de su divisa a casi un mínimo histórico. Se le llama 'manipulación de divisas'. ¿Estás escuchando, Reserva Federal (Fed)?", afirmó Trump en una serie de mensajes en Twitter el lunes.
El mandatario ha pedido de manera reiterada a la Fed que baje los tipos de interés para apoyar la actividad económica, y criticó su último recorte de un cuarto de punto por "decepcionante".
Un yuan más débil significa que los productos chinos denominados en dólares son más baratos, algo que ayudaría a frenar el efecto negativo de los nuevos aranceles estadounidenses sobre su competitividad, aunque el precio a pagar será un aumento del coste de las importaciones.
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