El camino para vencer a Donald Trump, Kamala Harris busca acabar con la masculinidad tóxica

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Chicago (EE.UU.), (EFE).- En el periplo para convertir a Kamala Harris en la primera mujer presidenta de Estados Unidos, su equipo ha optado por una estrategia diferente a la de Hillary Clinton, presentando a una mujer poderosa en un matrimonio moderno para hacer resaltar el contraste con una masculinidad tóxica en Donald Trump.

La intervención del marido de Harris, Doug Emhoff, durante la Convención Nacional Demócrata, fue una de las más reveladoras y personales del evento al describir a una candidata empática, si bien dura cuando es necesario.

Una “guerrera”, dijo, cuyo trabajo es prioritario pero que dedica tiempo para hablar con los hijos de su anterior matrimonio.

Emhoff recordó su primera cita con Harris: “Le dije que era muy mal conductor y que se pusiera el cinturón. No puedes ocultar nada a Kamala, así que lo mejor es reconocerlo y aceptarlo”.

Durante toda la convención los hombres subrayaron un nuevo tipo de masculinidad, como cuando el expresidente Barack Obama aseguró: “Solo yo soy lo bastante estúpido para dar un discurso después de Michelle (Obama)”, quien superó en vítores a su marido en la concurrencia del United Center de Chicago.

La masculinidad tóxica

El senador de Arizona Mark Kelly lo parafraseó por tener la mala suerte de intervenir tras su esposa Gabby Giffords y la cantante Pink, que completó una lista de artistas mayoritariamente femenina.

Barack Obama fue bastante explícito cuando se mofó de la obsesión de Trump por el “tamaño” de las multitudes de los mítines de Harris y a la par gesticulaba con las manos para dejar claro el paralelismo con una inseguridad fálica.

El congresista republicano Adam Kinzinger, un antitrumpista conservador, intervino para definir a Trump como “un hombre débil que pretende ser fuerte y un hombre pequeño que aparenta ser grande”.

En un análisis en el Washington Post este viernes, Dan Balz, corresponsal jefe del diario, aseguraba que Harris, “una mujer negra e india americana, ha empujado al hombre alfa blanco a los márgenes de la conversación nacional, negándole el centro de atención que constantemente demanda”.