China encuentra el punto débil de Europa y EEUU y amenaza la producción mundial del ‘petróleo del siglo XXI’
China es líder mundial en la producción de determinados minerales (estaño, hierro, oro, fosfatos, zinc y titanio) y cuenta con importantes reservas de petróleo y gas natural, lo que convierte al país en el sexto productor mundial de petróleo, con una producción de 4,01 millones de barriles diarios en 2023.
EEUU y Occidente en general han comenzado a adoptar una política mucho más intervencionista en las relaciones de sus empresas con China. Los intercambios comerciales se están viendo obstaculizados por aranceles y otras medidas. Además, los países avanzados, liderados por EEUU están intentando reducir la trasferencia de tecnología que Pekín puede usar para culminar su sorpasso (económico y militar) a Occidente. Aunque los países avanzados han comenzado a actuar, China ya es un gigante con un nivel de desarrollo relativamente alto (algunos consideran ya a China como un país avanzado) y que cuenta con varios sectores punteros a nivel global. Esta cómoda posición permite a China jugar sus cartas con garantías.
Los controles chinos a las exportaciones de materiales semiconductores cruciales están afectando a las cadenas de suministro globales y alimentando los temores de que haya escasez en la producción occidental de chips avanzados y hardware militar. Las restricciones impuestas por Pekín a los envíos de germanio y galio (dos elementos químicos), que se utilizan para aplicaciones de semiconductores y componentes de equipos militares y de comunicaciones, están ahogando a los compradores europeos. Esta política nacional es coherente con otras mostradas recientemente en las que las empresas públicas chinas han comenzado a acumular materias primas sin una razón clara.
Estas restricciones han provocado un aumento de casi el doble de los precios de los minerales en Europa durante el año pasado, según publican desde el Financial Times. /Economista.es